Marxismo y dialécticas de la animalidad
Marco Maurizi La «animalidad» no es un problema que se introduce al socialismo desde fuera: el socialismo y la liberación animal son dos mitades de un todo.
Marco Maurizi La «animalidad» no es un problema que se introduce al socialismo desde fuera: el socialismo y la liberación animal son dos mitades de un todo.
José Luis Rodríguez El veganismo aspira a conquistar políticamente la cultura y las almas, a señalar que nuestra manera de tratar a los animales lo dice todo de cómo tratamos a otros seres humanos, a echar por tierra nuestra posición de superioridad sobre otros animales, a descalabrar las ideas dominantes sobre qué son y qué papel juegan respecto a nosotres y nosotres respecto a ellos.
Sophie Lewis Una sociedad erotófila volvería a poner la política antitrabajo, la abolición de la familia y el hedonismo en el centro de cualquier organización de izquierdas revolucionaria.
Oxana Timofeeva Más bien querría aseverar que la lucha de clases tienen que llevarla a cabo quienes se nos muestran como seres no humanos, o incluso como monstruos inhumanos. La revolución no tiene un rostro humano. Va más allá de lo humano y de los derechos humanos y se encamina hacia la animalidad.
Jan Dutkiewicz y Gabriel Rosenberg No hay nada inherente a la tecnología de la agricultura celular que favorezca al capital riesgo o a los regímenes de propiedad intelectual restrictivos. Lo que es necesario es la visión política y la energía para liberar esta tecnología de las garras de los grupos de interés corporativos y utilizarla para el proyecto radical de mejorar la condición humana y animal en todo el mundo.
Javier Martínez Los lamentos y el legítimo miedo no pueden distraer de la urgencia de, esta vez sí, tirarse al campo. Pero no para la defensa a la desesperada de los maquis, sino para una contraofensiva que, además de tejer una red de alianzas, confianzas y discurso en el mundo rural, ofrezca un futuro digno.
Editorial Quizá sea el momento de derribar las fantasías que sostienen que los seres humanos estamos en lo alto de la cadena trófica o las que afirman que es posible matar sin sufrimiento, igual que acabamos con las que defendían que los hombres son superiores a las mujeres o las personas blancas a las negras. Si nos diferenciamos en algo del resto de los animales, esa diferencia nos obliga a cuidar, no nos da carta blanca para dominar.
Saila Marcos Hay dos escenas. La primera tiene lugar en un patio de un colegio del barrio gijonés de La Calzada. Los chavales juegan a lo que juegan todos los chavales: a imitar la vida adulta. En este caso, a mediados de los ochenta, el juego es la policía cargando contra una protesta de trabajadores de los astilleros con periódicos enrollados a modo de toletes.
Ira Hybris y Sophie Lewis || La actual crisis climática es de tal magnitud que sus soluciones requieren cambios revolucionarios y una transformación total de… Leer más »El infame legado de volver la vida (deseablemente) común
Lara Alonso Corona || La historia del arte es la historia de la conflagración intencionada. En octubre de 1860, durante la Segunda Guerra del… Leer más »Rastros de fuego